Limpieza de sistemas de extracción
Los sistemas de extracción, también conocidos como sistemas de ventilación, son sistemas diseñados para eliminar y expulsar el aire viciado, humo, olores y gases de un espacio cerrado. Estos sistemas se utilizan en una variedad de entornos, incluyendo cocinas comerciales, laboratorios, salas de producción, talleres, entre otros, donde se generan contaminantes o se requiere una renovación del aire.
A continuación, se describen los componentes principales de un sistema de extracción típico:
- Campana extractora: Es el componente visible y principal del sistema de extracción en una cocina o área de trabajo. La campana extractora se coloca encima de las fuentes de emisión de humo, calor, vapor u olores, como las cocinas, parrillas o equipos industriales. Su función es capturar los contaminantes y dirigirlos hacia el conducto de extracción.
- Conductos de extracción: Son los conductos o tuberías que conectan la campana extractora con el exterior del edificio. Estos conductos transportan el aire contaminado desde la campana hacia el exterior, asegurando su eliminación efectiva. Los conductos deben estar construidos con materiales adecuados, como acero galvanizado o acero inoxidable, para resistir la corrosión y cumplir con los requisitos de seguridad.
- Extractor o ventilador: Es el componente encargado de crear el flujo de aire en el sistema de extracción. El extractor o ventilador puede estar ubicado en el interior de la campana extractora o en una posición externa, como en el techo o en una sala de máquinas. Su función es succionar el aire contaminado a través de la campana y los conductos, y expulsarlo al exterior.
- Filtros: Los filtros se encuentran en la campana extractora y tienen como objetivo retener y eliminar partículas de grasa, humo u otros contaminantes presentes en el aire. Los filtros deben ser limpiados o reemplazados periódicamente para mantener su eficiencia y prevenir la acumulación de grasa en los conductos.
- Reguladores y controles: Los sistemas de extracción pueden contar con reguladores o controles para ajustar la velocidad del ventilador, controlar la iluminación de la campana y monitorear el rendimiento del sistema. Estos controles permiten adaptar la extracción a las necesidades específicas de cada momento y optimizar el consumo energético.
Es importante destacar que los sistemas de extracción deben ser diseñados, instalados y mantenidos por profesionales especializados para garantizar su eficiencia y cumplir con las regulaciones y estándares de seguridad. Además, es fundamental realizar un mantenimiento regular de los componentes, como la limpieza de las campanas y los conductos, para garantizar su correcto funcionamiento y prevenir riesgos de incendio o contaminación del aire.
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Limpieza de sistemas de extracción
La limpieza de sistemas de extracción es crucial en entornos como restaurantes, cocinas industriales y talleres, donde se genera una acumulación significativa de grasa, polvo o contaminantes. Este mantenimiento es necesario para garantizar el funcionamiento eficiente del sistema, prevenir riesgos de incendio y cumplir con las normativas de higiene y seguridad.
¿Qué incluye un sistema de extracción?
- Campana de extracción: Recolecta los humos, grasas y vapores.
- Filtros: Atrapan partículas de grasa y contaminantes.
- Conductos: Transportan el aire contaminado hacia el exterior.
- Extractor o ventilador: Mantiene la circulación del aire.
- Chimenea o salida al exterior: Expulsa los contaminantes.
¿Por qué es importante limpiarlo?
- Seguridad: Las grasas acumuladas en los conductos son inflamables.
- Higiene: Mejora la calidad del aire al eliminar bacterias y malos olores.
- Eficiencia energética: Un sistema limpio consume menos energía.
- Cumplimiento normativo: Evita sanciones legales y asegura la renovación de licencias.
Frecuencia recomendada
- Uso intensivo: Limpieza cada 3 meses.
- Uso moderado: Cada 6 meses.
- Uso ligero: Cada 12 meses.
Materiales necesarios
- Productos desengrasantes profesionales.
- Hidrolavadoras o máquinas de vapor (opcional).
- Cepillos, espátulas y rascadores.
- Equipos de seguridad: guantes, mascarillas y gafas.
- Mangueras y sistemas de aspiración.
Proceso de limpieza
1. Inspección inicial
- Evalúa el nivel de acumulación de grasa y residuos.
- Identifica puntos críticos como curvas en los conductos o filtros saturados.
2. Preparación del área
- Desconecta el sistema de extracción.
- Protege las áreas circundantes con plásticos o lonas.
3. Limpieza de las campanas
- Rocía desengrasante en las superficies internas y externas.
- Cepilla y limpia a fondo.
4. Limpieza de filtros
- Retira los filtros y sumérgelos en una solución desengrasante con agua caliente.
- Cepilla y enjuaga bien antes de reinstalarlos.
5. Limpieza de conductos
- Utiliza equipos de cepillado mecánico o sistemas de vapor.
- Retira la grasa acumulada desde el interior hacia el exterior.
- Algunos sistemas necesitan aspiradoras especializadas para evitar que los residuos se dispersen.
6. Ventilador y chimenea
- Limpia las aspas del extractor con cuidado.
- Verifica que no haya obstrucciones en la salida de aire.
7. Inspección final
- Revisa que todo el sistema esté limpio y funcional antes de volver a encenderlo.
¿Contratar profesionales?
En sistemas grandes o con acumulación severa, es recomendable contratar empresas especializadas que cuenten con:
- Equipos industriales para limpiar conductos largos o complicados.
- Certificaciones que garanticen el cumplimiento normativo.
- Técnicas como limpieza con vapor, químicos no tóxicos o herramientas robotizadas.